Este hito corresponde a la implementación metodológica de un proceso de programación cultural participativa, enmarcado en la estrategia Barrios Vivos, que integra repertorios artísticos seleccionados con base en mapeos culturales y criterios de pertinencia territorial. La construcción de la oferta se realizó a través de mecanismos de escucha activa y validación comunitaria, incorporando narrativas locales expresadas en prácticas artísticas, saberes populares, memorias barriales y expresiones identitarias reconocidas por la comunidad como significativas.

El componente de programación se hizo mediante la articulación intersectorial y el acompañamiento técnico del equipo de Centro Felicidad Chapinero, priorizando presentaciones musicales, escénicas y pedagógicas que dialogaran con los contextos sociales y simbólicos del sector. La participación activa de las agrupaciones locales y de la ciudadanía permitió consolidar una parrilla de actividades diversa, accesible e inclusiva, que respondió tanto a intereses artísticos como a necesidades territoriales, bajo un enfoque de sostenibilidad cultural.

A nivel técnico, se utilizó una matriz de categorización por tipo de contenido, impacto comunitario y nivel de participación, que sirvió como herramienta para la toma de decisiones programáticas. El hito representa, además, una fase clave para la consolidación de un modelo replicable de programación cultural participativa que articula lo institucional con lo comunitario, y que fortalece el ecosistema cultural local mediante la circulación, reconocimiento y puesta en valor de las narrativas vivas del territorio.